Valverde de los Arroyos.

Como reza el cartel que hay a la entrada del pueblo, Valverde de los Arroyos es uno de los pueblos más bonitos del mundo. En realidad, cualquier pueblo de la llamada "Arquitectura negra" de Guadalajara, lo es.

Los pueblos de la arquitectura negra reciben este nombre al estar construidos casi enteramente de la pizarra que abunda en la zona. Merecen todos una visita en profundidad, que hemos dejado para más adelante (suerte que nos quedan cerca y podemos volver en cualquier momento que nos apetezca hacer turismo de proximidad).

Como veis, tanto edificios como pavimento están construidos de pizarra negra, dando ese color tan característico a los pueblos de la zona.

Partiendo de Valverde de los Arroyos, sale una ruta de senderismo de solo media hora (la ida), bastante asequible para principiantes, que llega hasta la cascada de la Chorrera de Despeñalagua. Lo más costoso es la parte final, con más pendiente por el camino, pero merece la pena. Mi hijo de 8 años subió tranquilamente.

Todo el paisaje es de pizarra, mezclado con la vegetación de la zona que en otoño está muy bonita. Aunque para ver las cascadas en su mejor momento, es preferible visitar el lugar en primavera, en la época del deshielo.

La cascada tiene un desnivel de 50 metros, y es uno de los principales manantiales del río Sorbe.

 Los fines de semana los lugareños venden manzanas, castañas y otros productos típicos en la plaza. Nosotros compramos castañas, que asadas están buenísimas, y manzanas. Casi mejor llamar al Ayuntamiento (telef. 949 307 402) antes para informarse de los días en que se celebra este mercadillo, ya que nosotros no teníamos ni idea y nos lo encontramos por casualidad. También hay mesones donde se puede comer, desde un bocadillo hasta unas chuletas de cordero.